Algunos consejos útiles
Written by Administrator - -Usted debe estudiar en su casa. Si no lo hace, difícilmente aprenderá. Es más probable que abandone sus estudios, a que logre cumplir su meta de aprender inglés.
La experiencia nos enseña que los estudiantes que demuestran iniciativa —repasando en su tiempo libre, leyendo con la ayuda del diccionario, etc.— son los que de verdad aprenden.
Si usted muestra una actitud pasiva, sólo estudiando durante la sesión en Skype, probablemente nunca logre hablar en inglés. ¡La clase no es suficiente!, pues para ser capaz de hablar usted debe de pasar horas practicando el habla. Si no lo hace, se dará cuenta que, como muchos estudiantes, usted entiende cuando lee, pero le resulta difícil hablar.
Ejercite el habla realizando el “ejercicio diario”.
No hay atajos a la repetición oral. Si quiere aprender a leer inglés, debe leer en inglés muchas horas; si quiere aprender a entenderlo, debe escuchar inglés muchas horas (ayudándose de un guión); si quiere aprender a hablar inglés, debe hablarlo muchas horas. De ahí que tiene que repetir muchas veces el ejercicio diario.
Recuerde que un lenguaje está compuesto de varias destrezas relacionadas, pero diferentes (escuchar, hablar, leer, escribir). Cada una tiene su propia área cerebral, por lo que deben desarrollarse por separado. Es como ejercitar sólo un brazo, y no el otro; la diferencia sería notable.
Aprender un idioma se parece más a aprender una coreografía (que requiere movimientos coordinados y con elegancia) que a aprender matemáticas (que es principalmente trabajo intelectual). Una vez que le explican cómo hacer un problema de matemáticas, usted puede hacer varios ejercicios similares; pero usted habrá notado que no es fácil hablar un texto, pese a que se lo entiende bien. La repetición oral es la solución.
Vea películas con diálogo en inglés y subtítulos en español o en inglés. Le sugiero que sean películas que Ud. ya haya visto, para que no se preocupe por seguir la trama sino por asociar el subtítulo con el diálogo en escena. Pause la reproducción para buscar palabras en su diccionario. ¡No se quede con dudas!
Luego de haber entendido el diálogo, si desea reproduzca nuevamente la escena esta vez sin subtítulos, tratando de entender el diálogo. Este ejercicio es harto provechoso y ameno.
Cante. El profesor le facilitará letras de canciones, que esperamos sean de su gusto. Al cantar desarrollará fluidez, pues debe cantar al ritmo de la música, siguiendo al artista.
En Internet encontrará muchas más letras de canciones traducidas (revise songstraducidas.com o traduceletras.net o también letraseningles.es e incluso el multilingüe lyricstranslate.com) y en Youtube.com muchos aficionados ponen subtítulos en español e inglés a sus videos favoritos. No todas las traducciones serán 100% fiables, pero su diccionario y su tutor le ayudarán.
El español le ayudará a aprender inglés. No se preocupe de que “se acostumbra a traducir todo”. Si aplica la regla de los tres segundos, sabe que debe responder casi instantáneamente; no tendrá tiempo de traducir “desarmando” la frase. Recuerde: la respuesta debe ser casi automática, sin pensar. Si usted demora en responder, significa que aún no tiene la fluidez necesaria, y debe seguir realizando el ejercicio diario.
El español es un “andador” que le ayudará a “aprender a caminar” en el inglés; eventualmente será menos y menos necesario. Es como las tablas de multiplicar: nos las sabemos de memoria, y nos ayudan a hacer cálculos más rápidamente. No nos ponemos a contar con los dedos cuando nos toman las tablas; es instantáneo. Si alguien no se sabe las tablas, se nota enseguida: “¿seis por siete?” “Este... eh....”. De la misma manera, cuando le toman lección en inglés, debe responder inmediatamente.
Sea paciente. Los primeros tres meses son esenciales pues se familiarizará con el idioma. Los primeros días probablemente se le harán muy cuesta arriba, especialmente si no tiene bases previas con el idioma. No desespere, no se desanime: eventualmente se hará más fácil. Usted logró aprender español, que es una lengua más difícil que el inglés; usted aprenderá inglés, si no se rinde.
Recuerde que las palabras son sonidos. Usualmente pensamos, “el inglés es difícil pues se pronuncia distinto de lo que se escribe”. Es más bien al revés: se escribe distinto de lo que se pronuncia. El lenguaje es primordialmente hablado: la escritura siempre viene después, ya sea en la historia de los pueblos, ya en la vida de cada uno (se aprende a hablar a los dos o tres años, y a leer y escribir recién en la escuela, años después). Así que siempre fíjese primero en el sonido de una palabra, y luego en cómo se escribe.
Si le sirve de consuelo, piense que los mismos angloparlantes se quejan de que la ortografía de su idioma no sigue reglas claras, ¡y ellos mismos cometen muchas faltas ortográficas!
Hablar es saber. No es suficiente “yo entiendo cuando leo”; debe poder hablarlo. Ése es el criterio que tomará en cuenta el profesor para sugerirle que avance o siga repasando. De la misma manera, no se conforme con el “se dice más o menos...” o “algo así”.
Siguiendo con el ejemplo de las matemáticas, nadie se conformaría con un estudiante que ante la pregunta: “¿Dos por dos?”, dijera: “¡Tres! No, espera... ¡Es cinco! No, no... ya sé: es cuatro”. Si usted lo sabe, puede decirlo bien a la primera. Si no puede, debe repasar.
Hable bien. Hable claro, con seguridad, sin esperar que el profesor le confirme en media frase si está hablando bien o no. Hable sin titubear, sin repetirse, sin hacer pausas largas. Por supuesto, evite intercalar palabras en español en media oración, ¡y diga lo que se le preguntó; no se invente! Si no puede hacer todo esto porque no se siente seguro, debe repasar.
Hable fluido, no rápido. Si puede hablar rápido, está bien; pero no es una meta necesaria. En cambio, sí le pediremos que hable fluidamente, es decir, uniendo los sonidos de las palabras. El sonido final de una palabra debe unirse, ser continuo, con el sonido inicial de la siguiente palabra. Hable despacio, pero sin hacer pausas; como si toda la oración fuese una sola palabra larga.
Transmita emociones cuando hable. Al principio basta con que diga las frases y pronuncie bien. A medida que vaya avanzando y ya sea fácil hablar, piense en transmitir emociones mientras habla: 1) en su tono de voz; 2) en sus expresiones faciales; y 3) en sus gestos y lenguaje corporal. Recuerde que gran parte de la comunicación es no–verbal. Así su inglés sonará mucho más natural ¡y, por alguna extraña razón, también hablará más rápido!
Tenga a mano una bebida dulce. Todos debemos por supuesto cuidar la ingesta de calorías y azúcar. Pero estudios muestran que mientras se realiza una actividad mental que requiere concentración —estudiar— el desempeño es mejor si uno le provee al cerebro dos cosas: 1) agua, y 2) glucosa, es decir, azúcar. Así que beber sorbos de gaseosa, té, jugo, café etc., pueden ayudarle con su rendimiento mental. Haga la prueba y experimente para ver si le resulta útil.
Trate de lograr por lo menos un nivel A1. Es decir, un nivel de conocimientos principiante pero útil: es capaz de comunicarse e intercambiar información de una manera sencilla, para satisfacer las necesidades diarias. En otras palabras: ya puede sostener una conversación. Esto lo logrará recién cuando apruebe el tercer examen de Cambridge, el Flyers. ¡No renuncie a su meta hasta lograrlo! Recuerde: no basta hacer un nivel y abandonar, no es suficiente. ¡Apruebe por lo menos tres niveles!